sábado, 9 de febrero de 2013

Trabajos en grupo

Desde el colegio se nos enseña lo importante que es trabajar en grupo, es enriquecedor, práctico porque cada uno se centra en una parte que debe trabajar más en profundidad, favorece la comunicación y el intercambio de ideas etc.

¡Ja!, la teoría es muy bonita, pero siendo sincera yo he tenido un solo trabajo en grupo que tuviera las característiscas arriba mencionadas. Las de más experiencias has sido desde malas a horrorosas. No digo yo, que la idea de trabajos en grupo no sea en sí buena, pero llevada a la práctica puede ser toda una catástrofe.

Me falta el último módulo de mi segunda asignatura (germanistische Linguistik) por acabar y resulta que el trabajo final de la asignatura hay que hacerlo en grupo. ¡Horror! pensé yo cuando lo vi, no obstante me autoconvencí de que, siendo mí última asignatura de la carrera, quizás podría tener algo de suerte y el trabajo en grupo podría ser enriquecedor, práctico, me ayudaría a ampliar mis capacidades comunicativas etc. Ilusa yo......

La gente de mi grupo tiene un morro incréible y encima echan la culpa a los demás, está claro que no hay mejor defensa que un buen ataque, pensarán ellas. Si hay que quedar para comentar cosas, se queda y punto, no me vengas con que tienes mucho que hacer, que yo también tengo mucho que hacer, si hay que seguir analizando oraciones, hazlo y punto. No me cuentes tu vida porque no me importa lo más mínimo, a no ser que tú mismo o algún familiar esté gravemente enfermo.

¡Qué ganas de que acabe el semestre, entregar el trabajo y despedirme de gentuza a los que tengo que llamar compañeros de grupo!

domingo, 3 de febrero de 2013

...pensamientos enrejados...






...quizá permanecí demasiado tiempo escondida...desde la calidez de mi luna observo la vida exterior...mis pensamientos alineados y enrejados se dejan ver tímidos...dosifico la intensidad de la luz para no dañar unos ojos, los mios, que durante tanto tiempo han permanecido a oscuras...ni la fugacidad de las estrellas conseguía iluminar mi pensamiento...abro las ventanas para dejar que penetre en mi interior el aire fresco de otros pensamientos...colorean los pétalos de mi voz...me nutren...el viento me trae susurros de la tierra...noto que algo dentro de mi comienza a moverse...será que ya estoy preparada para la vuelta...

...infinitos besos para vuestros bolsillos...

La fauna de España

Cada país tiene algo especial, en cada país sus gentes se comportan de determinada manera y visten de distinta manera según de la región de la que provengan o simplemente dependiendo del país.

El otro día vi un par de minutos por internet el último programa de Callejeros, se titula "Tetes y Tetas". Digo que lo vi un par de minutos porque no pude aguantar más, me echó bastante para atrás. Yo siempre digo que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo y con su vida, y por supuesto la gente que apareció en el reportaje no es una muestra de toda la sociedad española, ni es un indicativo de cómo son todos los jóvenes en España. Si bien es verdad, que quizás no la apariencia, pero sí la actitud de chulería, prepotencia e ignorancia mostradas en el video son muy comunes en la gente joven de España, por supuesto no todos los jóvenes tienen esa actitud.

Hoy he leído en el periódico que hay más gente estudiando que antes, gente que viéndose en paro han decidido retomar la asignatura pendiente que tenían relativa a su educación. Quizás la actitud y las maneras que sen ven el reportaje no son más que fruto de la ignorancia y de haber dejado, en algunos casos, los estudios antes de tiempo.

Me parece una pena que tenga que haber tanta crisis para que los chavales y la gente joven se lo piense antes de dejar el instituto sin siquiera haber acabado la ESO. Con estas actitudes son con las que nosotros mismos nos complicamos la vida después.

jueves, 31 de enero de 2013

Amor de madre: conclusión

Hace unos días escribí dos entradas y tuve la suerte de que varias personas, no sólo se molestaron en leerlas, si no que también comentaron. Desde aquí os vuelvo a dar las gracias, no sólo por comentar, si no porque vuestro comentarios me han ayudado a pensar mucho sobre ese tema.

Cuando escribí la primera entrada sabía que el tema era complicado de explicar y complicado de entender. Hoy en día parece que la vida funcione en binomios; algo está bien o está mal, uno está feliz o está triste, tenemos una vida digna, o no.

 Parece que todo va en parejas compuesta de una parte negativa y otra positiva, y evidentemente todos queremos quedarnos con la parte positiva y desechar la negativa. Hay veces en las que parece resultar obvio que algo está bien o mal, parece claro desde un principio que las cosas si son así estarán bien y si no lo son, estarán mal.

Hasta hace un semana tenía claro lo que el concepto vida digna significaba para mí, a día de hoy, si comparo lo que pienso ahora con lo que pensaba antes, me doy cuenta de que cuando menos me he vuelto más flexible.

El hecho de escribir y leer opiniones distintas, enriquece mucho, y es en momento como estos cuando más agradecida estoy de tener el blog y de ver que gracias a internet es mucho más fácil estar conectados y compartir opiniones y experiencias.


jueves, 24 de enero de 2013

Reseña: Crash – Lisa McMann (Visions #1)

Título: Crash 
Autora: Lisa McMann
Editorial: Simon Pulse
Género: Young Adult/ Paranormal 
Fecha de Publicación: 8 de enero de 2013
Sinopsis: Si lo que ves es lo que sucederá, Jules está en problemas serios. Jules vive con su familia sobre su restaurante, lo que significa que ella huele a pizza la mayor parte del tiempo y conduce una camioneta en forma de dos albóndigas a la escuela. Esto no es una receta para la popularidad, pero ella puede manejarlo.
Lo que no puede manejar es la visión recurrente que la atormenta. Una y otra vez, Jules ve que una camioneta desbocada golpea un edificio y explota… y hay nueve bolsas de cadáveres en la nieve.
La visión está en todas partes: en vallas, pantallas de televisión, ventanas... y ella es la única que la ve. Y entre más la ve, descubre más. La visión está dándole pistas, y pronto Jules sabe lo que tiene que hacer. Porque ahora puede ver la cara en una de las bolsas de cadáveres, y es alguien que conoce. Alguien del que ha estado enamorada por tanto tiempo como puede recordar.
En este comienzo fascinante de una serie apasionante de la autora de best-sellers del New York Times, Lisa McMann, Jules tiene que actuar, y actuar rápido, para evitar que su visión se haga realidad.


Julia, mejor conocida como Jules, es una adolescente promedio, adora a su familia, trabaja todos los días en el restaurante familiar, no tiene amigos (si no cuentas a su hermano mayor, claro), es tímida y más bien rezagada socialmente. Ha estado enamorada desde siempre de Sawyer, pero sus familias se odian y él no le habla desde hace años, así que Jules sufre su amor en silencio. Y lo peor, su padre puede estar sufriendo de una grave depresión que hace que le cambie el humor constantemente. Y cuando Jules empieza a tener esa extraña visión de un accidente con nueve bolsas de cadáveres en la nieve, ella empieza a creer que está loca y sufre la misma enfermedad de su papá. Pero poco a poco descubre que esta visión puede ser algo más que un juego de su cabeza.

Esta es la primera vez que leo un libro de Lisa; había escuchado cosas maravillosas de ella, así que empecé a leer esta historia con mucho interés. Y debo decir que no quedé satisfecha. Lisa tiene una manera de escribir muy ligera y entretenida, y hace que entiendas al personaje principal que narra la historia. ¿El problema? El personaje principal no es lo suficiente para una historia que, yo esperaba, fuera más profunda y emocionante. 

Jules es un personaje muy típico: tímida, retraída, socialmente incompetente, buena hija, buena estudiante y muy dedicada a su trabajo en el restaurante familiar. Y estar en su cabeza es sencillamente aburrido. Es inmadura, superficial y la mitad del tiempo habla de Sawyer, el amor de su vida bla bla bla… Y cuando crees que la historia dará un giro y Jules empezará a creer verdaderamente en su visión… pues bueno, no resulta de la manera correcta, porque ahora Sawyer aparece en ella. ¡Va a morir! Y claramente, Jules tiene que hacer algo, porque bueno, es Sawyer, duh, el amor de su vida, bla bla bla




Y entonces es ahí cuando el libro empieza a ir en picada para mí, porque algo que al principio era una simple obsesión de Jules por Sawyer, termina convirtiéndose en un carrera para salvarle la vida a su amor y todo el asunto de “veo visiones, qué rayos me pasa” queda relegado cuando Jules encuentra una excusa válida para que su obsesión ya no parezca tan enfermiza.

Siempre me ha gustado mucho el tema de las visiones y premoniciones, así que esperaba mucho del libro en ese sentido. Pero es un tema que apenas se toca, porque Jules pasa mágicamente de creer que está loca a creer que la visión es cierta porque Sawyer está involucrado. Entonces, ¿si Sawyer no estuviera en el accidente Jules habría hecho algo al respecto? NO lo creo, y verdaderamente creo que involucrar el amor para hacerla creer en su visión es un punto débil para un argumento que podría haber sido mucho más fuerte sin tantas tonterías románticas.

Todo el asunto del odio familiar es tan Romeo y Julietaque no pude dejar de poner los ojos en blanco. ¡Incluso las dos familias son italianas! Eso fue demasiado para mí y no me lo tomé en serio e hizo que perdiera la poca credibilidad que sentía en la historia.

El final… ¿cuál fue el sentido de la historia si todo terminaría de eso manera? Ugh, un giro en la trama que no me gustó y terminó de matar mi buena opinión sobre la historia.

En general, es una historia aburrida con una protagonista que no deja de ser cliché. Un libro que se convierte en una historia amorosa, dejando de lado el tema principal, la visión/premonición, y sin explicar completamente la finalidad del argumento.


2/5

Extras:




Hola :D

Estoy intentando manejar mi tiempo sin compu :C y tratando de escribir mis reseñas cuando puedo :/... He leído bastante pero no he reseñado mucho, ya iré mejorando eso ;)

Nos leemos ;)

Apuntes para seguir caminando (contra una política de la resignación)




-I-

Hablar de “derrota” del movimiento 15-M conduce, de forma inexorable, a una sucesión de malentendidos: dar por sentado que ya no tiene relevancia política, absolutizar su repliegue, sentirse obligado a abandonar sus filas o incluso condenarlo a una bella veleidad. Nada de ello está implicado cuando nos preguntamos sobre el momento actual de este movimiento y afirmamos que la experiencia de la derrota es parte del largo aprendizaje que hemos de atravesar todos aquellos que participamos, de formas y en grados diversos, en este movimiento.

Un pensamiento que se pretenda crítico, sin embargo, no puede eludir el malentendido si aspira a producir debates fecundos. Forma parte de ese debate preguntarse, ante todo, por los logros y deudas contraídas por el movimiento 15-M a fuerza de encarnar un impulso político transformador en una fase histórica marcada hasta entonces no sólo por el letargo y la apatía generalizadas, sino también por la desmovilización popular. En ese debate -cómo no- la reflexión sobre una posible derrota debe tener lugar, no para entregarse al derrotismo, sino para reactivar el momento fundante de la «indignación» y seguir pensando estrategias de acción más efectivas.

Dicho claramente: puesto que la «indignación» ante las injusticias repetidas de un sistema corrupto no ha mermado, tenemos que pensar qué medios y estrategias podemos darnos para que esa emoción colectiva no quede en un ritual catárquico (o en una simple queja privada) y pueda constituirse en fuerza impulsora de un proceso de cambio social. Esa posibilidad sigue siendo incierta y depende de nuestra práctica que las grietas abiertas en un pasado inmediato no se cierren. Señalar el riesgo de asimilación sistémica del movimiento 15-M es apostar por que eso no ocurra.

Lejos de cualquier resignación política, nuestra apuesta es seguir luchando de forma entusiasta contra una política de la resignación que presenta la actualidad (del saqueo) como una realidad ineludible, producto de “decisiones inevitables” (lo que no es más que un oxímoron). Para ahondar en esa lucha entusiasta es crucial llamar la atención sobre la peculiar eficacia que está teniendo la política del miedoinstitucionalizada a nivel gubernamental y elaborar opciones que nos permitan neutralizarla. Desde el momento en que ningún gesto es meramente constatativo, señalar que en los últimos meses ha habido un repliegue del 15-M y una restauración autoritaria del control basada en la propagación del miedo reclama, de nuestra parte, un esfuerzo adicional para pensar cómo podríamos intentar replicar a esa situación y retomar la iniciativa perdida.

Desde luego, articular la disidencia como movimiento político excede cualquier reflexión individual y sería un contrasentido que alguien se arrogara esa labor, máxime en un movimiento que carece de forma explícita de líderes. Esa responsabilidad es necesariamentecolectiva y elaborar una preceptiva abstracta (muy propia de las utopías diseñadas por filósofos) es tan inconducente como indeseable: sitúa al sujeto en la posición del amo que imparte mandatos que, por si fuera poco, no está en condiciones de hacer cumplir. No es extraño que todavía la vieja guardia siga recriminándole al mundo persistir en el error y no seguir obedientemente sus mandamientos redentores.

Lo antedicho, sin embargo, no nos exime de intentar elucidar algunas alternativas de acción, siempre que sean interpretadas como material abierto de discusión, apuntes de una lucha que sigue abierta a pesar de un cierto desaliento frente a unas autoridades gubernamentales sumisas al capital económico-financiero más concentrado. La negativa a sugerir algunas ideas en nombre del antiautoritarismo es de mínima discutible. ¿Por qué no podríamos contribuir, de forma tentativa, a la construcción de un proyecto político colectivo, ya en germen, por el que estamos dispuestos a luchar y que nos compromete de forma directa? 

-II-

En las últimas semanas, tres iniciativas asociadas al movimiento 15-M resultan de gran valor: a) la creación del “fondo de resistencia 2.0”, b) la presentación de querellas judiciales contra diferentes autoridades emblemáticas del actual régimen de privilegios, privatización y corrupción y, c) el apoyo técnico y moral a “Alfon” contra la criminalización acometida por el gobierno.

Resumamos la significación de estas iniciativas. En primer lugar, la consolidación de un fondo de resistencia permitirá afrontar algunas de las multas que afectan a miles de indignados por manifestarse de “forma ilegal”, según califica el gobierno nacional. La generalización de las multas forma parte de una estrategia disuasoria que bien puede neutralizarse si se dispone de una cobertura común. A eso hay que sumar otra medida sumamente atinada: apelar judicialmente las sanciones administrativas, lo que permite evitar el ahogo económico en el que quieren sumir al movimiento.

En segundo término, la ampliación de las querellas judiciales a distintas autoridades públicas, por delitos de malversación de fondos públicos y apropiación indebida, entre otros, constituye una réplica fundamental al proceso de judicialización del que son objeto muchos participantes del movimiento 15-M. Si la estrategia gubernamental está centrada en la criminalización del activismo –a golpes de reformas judiciales y represión policial-, la denuncia pública no basta y necesita ser complementada con una estrategia jurídica que permita contrarrestar de forma eficaz la “cruzada” del gobierno.

En tercer término, el apoyo técnico y moral a “Alfon”, visible a través de manifestaciones sociales y apoyo jurídico, es otro punto significativo. Tras ser acusado por “alarma social” –una figura aberrante que no consta en el código penal vigente- y encerrado en régimen de aislamiento, esa intervención a doble nivel ha permitido la  liberación de este activista luego de 57 días de cárcel. El amedrentamiento que mediante estos “castigos ejemplares” persigue el gobierno sólo puede ser neutralizado con la movilización continua de otros participantes y con el servicio profesional de un equipo de juristas y abogados que permitan interponer los recursos pertinentes.

En conjunto, estas prácticas constituyen intervenciones valiosas que es vital potenciar como réplicas al hostigamiento que el movimiento 15-M sufre por parte de las autoridades gubernamentales y policiales. Permiten imaginar líneas de continuidad del 15-M. Recuperar la iniciativa, sin embargo, supone dar un paso más allá: elaborar un proyecto político alternativo a partir de la integración conceptual de la multiplicidad de propuestas que se fueron elaborando en el último año y medio por parte de los diferentes colectivos en el interior de este movimiento.
En otras palabras, se trata de favorecer la articulación entre distintos grupos y sectores a partir de la producción de un horizonte de sentido en común. Hasta donde sé, la conversión de una multitud de demandas en un proyecto colectivo capaz de escalonar los objetivos de intervención, es algo pendiente y dificulta la construcción de vínculos más estrechos con otros sujetos (entre otros, parados, trabajadores de la salud y la educación, estudiantes, grupos feministas, sindicatos minoritarios, inmigrantes, jubilados, entre otros), así como con plataformas ciudadanas como la Plataforma contra la Pobreza y la Exclusión Social o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Dicho de otra manera: la condición de expansión y consolidación del 15-M está asociada a dos dimensiones centrales: el desarrollo de un proyecto colectivo (como mapa de unos objetivos y unas prácticas específicas) y la construcción de unos vínculos intersectoriales e intergrupales (no sólo a nivel nacional) que permitan radicalizar un frente común de lucha que, al menos en principio, no tiene por qué excluir la interlocución con partidos políticos de izquierda. Es evidente que ambas dimensiones están interrelacionadas y son mutuamente dependientes: exigen coordinación y trabajo colaborativo, además de una revisión crítica de lo realizado.

Hasta donde sé, el movimiento 15-M afronta en el presente una encrucijada, luchando más bien por su supervivencia. Globalizar la resistencia supone más que sostener la indignación: es darle un camino transformador que supone, entre otras cuestiones, una estrategia de comunicación que permita un posicionamiento crítico también en el campo de los medios de comunicación. La repolitización de decisiones planteadas como técnicas o económicas forma parte de su derrotero y este proceso sólo puede proseguir ante una “opinión pública” ambivalente en la medida en que las protestas confluyan y adquieran una mayor notoriedad a nivel colectivo. En ese contexto, la convocatoria a una «huelga general indefinida» a nivel europeo y la «movilización permanente» son parte del arsenal que también desde el 15-M se podría alentar.

-III-

Al nulo interés de los sindicatos mayoritarios por articular sus manifestaciones con las luchas de otros movimientos sociales contestatarios habría que contraponer la inclusión de las clases trabajadoras (incluyendo los parados) en un movimiento como el 15-M. Sólo una articulación contrahegemónica permitirá pasar de unas protestas sociales de carácter defensivo a una intervención democrático-radical que transforme las condiciones del presente. El planteamiento de una huelga general indefinida como punto nodal en una cadena de demandas sociales más amplias (imposibles de satisfacer dentro del actual orden hegemónico) podría unificar una multiplicidad de luchas sociales (1).

Desde luego, otras medidas complementarias, que promueven una legítima desobediencia civil, circulan desde hace tiempo en el seno del movimiento 15-M: huelgas de consumo, jornadas de reflexión, piquetes informativos, asambleas barriales, etc. Apenas hay que insistir en su importancia. En cambio, sí merece la pena enfatizar la necesidad estratégica de construir una «equivalencia general» en una cadena diferencial de reivindicaciones. Sólo entonces una multitud puede reconocerse como sujeto popular, esto es, como “pueblo”. Sugerí en otra ocasión que el significante de “indignados” era tan ambivalente como inclusivo, lo que de algún modo favorecela producción de identificaciones colectivas y la internacionalización de este tipo de movimientos disidentes (2). La lucha por las nominaciones nunca es algo meramente anecdótico. Forma parte de las luchas simbólicas en las que se juega el sentido y legitimidad social de un movimiento como el 15-M. 

Cualquiera sea la forma en que el movimiento se nombre a sí mismo, resulta central la recuperación discursiva de lo que hay de común en las experiencias de distintos grupos y seres humanos. Si es cierto que el porvenir de cualquier movimiento depende de la gestión de sus límites, mucho más cierto todavía es que sin la construcción de lazos ideológicos con otros grupos subalternos y plataformas ciudadanas el movimiento 15-M arriesga su potencialidad como agente transformador.

Ante una catástrofe social mundializada, no hay razones para detener lo que podríamos llamar la universalización de la indignación. Su devenir es impredecible, pero se nutre de la memoria de las injusticias. Forma parte de nuestra responsabilidad intelectual, política y ética que esa memoria se haga manifiesta en una praxis que interrumpa el saqueo sistémico al que estamos expuestos.



Arturo Borra


(1)  He desarrollado este punto en “Sobre una siniestra normalidad: por la huelga general indefinida” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=159181) y en “Lo imposible rehabilitado: el sentido de una huelga general indefinida” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=161048).  

(2) Remito a “Democracia y revuelta: la experiencia de ruptura del 15-M” (http://old.kaosenlared.net/noticia/democracia-revuelta-experiencia-ruptura-15-m).