domingo, 28 de julio de 2013

Mi hogar



Mi hogar, el lugar donde me siento en mi casa, cómoda, agusto, feliz, está en Alemania. Es verdad que „sólo“  llevo 4 años en tierras germanas, pero poco a poco uno va formando una vida en el lugar.

Ese lugar, sea Alemania o sea el país que sea, tiene como todo sus ventajas y sus desventajas. No me cansaré nunca de repetir que es mejor quedarse con las ventajas, con las cosas positivas que nos ofrece el lugar donde estemos.

Ningún país es la panacea, y por supuesto que no es oro todo lo que reluce, pero es verdad que a veces nos dejamos llevar por lo que hemos oído, o leído de ese país, sin haber vivido en el. En Alemania hay muchas cosas que mejorar, pero desde mi punto de vista se puede vivir bien. Claro que el concepto de „vivir bien es muy subjetivo“.

Berlín es una ciudad increíble. Es como Nueva York, una ciudad que nunca duerme. La oferta cultural es inmensa, y la multiculturalidad está presente en cada esquina. Mas no es oro todo lo que reluce; Berlín también tiene su lado oscuro. Es una ciudad muy dura para vivir. Los inviernos son muy largos, y la calles están cubiertas por gruesas capas de hielo varios meses al año. La tasa de paro en Berlín es la más alta de toda Alemania, y los trabajos que se aspiran a conseguir cuando uno acaba de llegar, sin idioma y sin ejercer una profesión demandada, suelen ser precarios. Los tres trabajos más comunes son: Ser Minijobber, es decir ganar un máximo de 450 euros al mes, haciendo algún trabajo que no requiera formación concreta; trabajar como profesor de español, con unas condiciones de trabajo lamentables. O ser guía turístico, con unas condiciones de trabajo no mejores que siendo profesor de español.

Con ésto no quiero desanimar a nadie, pero que la gente vea que eso de “yo me apaño. Ya encontraré algo”  puede ser un camino muy duro de recorrer.

No obstante, sigo diciendo que mi hogar está aquí. Soy feliz, ahora empiezo a ser feliz de verdad. Es ahora cuando empiezo a recoger los frutos de todo el esfuerzo sembrado.

Seguiré sembrando...


viernes, 26 de julio de 2013

“El orden criminal del mundo” - Documental RTVE

Radio Televisión Española emitió en meses pasados una serie de documentales muy interesantes titulados: “Voces contra la globalización ¿Otro mundo es posible?”.


En este documental se presentan los diálogos que sostuvo sobre el tema el periodista Carlos Estévez con el escritor uruguayo Eduardo Galeano y con el ensayista y relator de la ONU Jean Ziegler. 





jueves, 25 de julio de 2013

Verano berlinés

No lo quiero contar muy alto, pero este es el primer verano bueno que vivo desde que llegué hace 4 annos a tierras alemanas. Si bien el primer verano como Au Pair no fue malo del todo, el tiempo no fue en el mes de julio, como lo está siendo este anno. Recuerdo que donde viví con la primera familia, llovieron 12 días seguidos y de manera contundente.

No sé cómo será el mes de agosto, pero espero que por lo menos, lo días que yo siga en Berlín, haga tan bueno como está haciendo ahora. La verdad es que la percepción que se tiene de la ciudad cambia enormente si el tiempo acompana. Y no sólo hablo de que no haga frío, si no de que el sol brille y se pueda notar parte del calor en la piel.

Sigue habiendo rarezas, las cuales, a pesar de ser frecuentes con cada subida de temperatura, aún que no puedo acostumbrarme. Y sinceramente, no sé, si quiero acostumbrarme. Eso de ver ninnos bannandose desnudos en fuentes públicas no acabo de verlo bien; no me parece ni adecuado ni higiénico. Tampoco me hace falta ver la ropa interior de media ciudad, o en algunos casos la falta de uso de ésta.

Dejando de lado los pannos menores de autóctonos y guiris que pasean felizmente por la ciudad, las alternativas que ofrece la ciudad de Berlín, alcanza su punto álgido en la época estival. A las salas de fiestas y de conciertos, se unen la cantidad de conciertos, tanto organizados como espontáneos, de los que se puede disfrutar. Si somos amantes del septimo arte y la tarde acompanna, ir al cine al aire libre es una auténtica maravilla. Si disfrutamos de las barbacoas, este es el momento de sacar el máximo provecho de los puntos extratégicos que la ciudad pone a nuestra disposición para tal fin. Y en caso de no saber exactamente qué se quiere, siempre existe la posibilidad de agarrar una cerveza o cualquier refrigerio y disfrutar del día en alguna zona verde.

Sea cual fuere la opción escogida, queda patente que el tiempo excelente que nos acompanna, y que parece querer quedarse toda la semana, tiene un efecto terapeútico en todos nosotros. Y es que a veces no hace falta más que el sol haga acto de presencia de manera continuada para dar un giro de 180° al humor de la gente.

martes, 23 de julio de 2013

Cartas



Adquirir sellos hoy en día parece algo poco común. A veces, hay gente que me preguntan que para qué quiero los sellos. En caso de no tener como afición la filatelia, pues serán para mandar cartas- suelo responder yo. Pero tantas cartas mandas? Siguen preguntando, queriendo conseguir más información. No es que mi ocupación principal sea escribir epístolas, y el motivo es más bien la falta de interés por responder que muestran los receptores, que mi falta de motivación para ello. Pero sí que mando varias al mes.

Me gusta escribir cartas, es más me gusta mucho más que escribir emails. Es raro que tarde en responder a una carta, mientras que un email puede que tarde en responderlo un par de días, y si voy a ver a la persona próximamente y los temas comentados en el email, van a ser tratado en nuestra conversación cara a cara, puede que el email sea ignorado.

Al recibir una carta que no sea una factura, no puedo resistir las ganas de leerla, y la impaciencia por saber qué pone. Cuando apenas he sacado el sobre del buzón, mis dedos tratan de abrirlo, no siempre con mucho tino, debo decir. Mas cuando han realizado su tarea con presteza, y por fin se haya la carta en mis manos, la leo conteniendo la respiración, como no queriendo que el tiempo transcurra.

Recibir una carta es algo muy bonito. La persona que se acuerda de nosotros se ha tomado la molestia de coger papel y bolígrafo y lanzarse a escribir. Parece una tontería, pero muchas veces la excusa que más me dan hoy a la falta de respuesta a mis fascinantes epistolas, es la pereza que le da a las personas tener que esforzarse un poco más del mínimo indispensable. Que no saben qué contar es otro de los pretextos detras del que se esconden.

Hace apenas tres semanas que envié la última carta. 2 folios escritos por amba caras; apenas media hora de esfuerzo. Sin embargo lo que esa carta expone es el fiel reflejo de un capítulo importante de mi vida. Y fue al acabar de escribirla cuando tome la determinación de escribir todo lo que ha sucedido, todo lo que he vivido desde que llegué a tierras germanas hace ya más de cuatro annos.

Habrá a quien le parezca que cuatro annos fuera no son muchos. Pero en estos cuatro annos mi vida ha dado tantos giros de 180 grados, que bien merece ser escrito sobre papel. Además cuatros annos no han sido más que el inicio de esta aventura.

Top Ten Tuesday (11): Palabras/temas que hacen que NO lea un libro

               
Top Ten Tuesday es una sección hecho por el Blog The Broke and the BookishSe trata de una sección donde dicho blog propone un tema todos los martes y se realiza un conteo de diez libros, autores o cosas que se relacionen con el tema. 

Hola!

Para este Top Ten he elegido las palabras y tópicos que hacen que huya de una historia... Aunque debo admitir que a veces soy masoquista y leo algunos libros sobre algunos de estos temas, pero no por eso son temas que disfruto (debería dejar mi masoquismo o.O)... En fin! Mi lista ;)

Palabras/temas que hacen que NO lea un libro

1. Sagas/series. Soy brutalmente mala para continuar sagas y series (y mas si son eternas). Aunque he leído inicios de sagas muy buenos, suelo perder el interés con facilidad y olvidarme de ellas, así que evito (fallando un poco a veces) incluir más sagas/series en mi lista de libros.

2. Drogas. No me gustan nada los libros sobre drogas o donde los protagonistas consumen drogas. NO los soporto.

3. Embarazo adolescente. Aunque no es algo que se vea mucho (Gracias al cielo!), no me interesa leer un libro sobre este tema. 

4. Autoayuda. Ugh. Un tema sencillamente despreciable para mí.


5. Zombies. Me dan ASCO. No soporto la idea de pensar en un zombie-come-cerebros como interés amoroso. NO PUEDO CON ESO. Ew!

6. Amor a primera vista. No me lo creo. Y me da flojera y fastidio y hace que quiera poner los ojos en blanco todo el tiempo (aunque si está bien escrito, como este, me gusta... pero no he encontrado muchos así).

7. Hombres lobo. No me molestan los hombres lobos, pero en realidad nunca me han llamado la atención y no creo que empiecen a gustarme ahora.


8. Chico malo/Chica buena. Esta combinación me ha cansado. Ya no soporto leer sobre esta clase de parejas y trato de evitarlas (y fallo... lo digo, a veces soy masoquista u.u).

9. Muy dramático. Me gusta el drama, y disfruto de un buen libro dramático, pero cuando son súper-dramáticos-tipo-novela-mexicana... NO puedo con ellos y termino odiándolos con todo mi ser.

10. Steampunk. Eh... NO. Punto.


¿Cuáles son esas palabras/temas que hacen que no quieras leer un libro?

Nos leemos ;)

sábado, 20 de julio de 2013

Ni se compra, ni se vende



Hay cosas que ni se compra ni se venden. No porque no haya gente interesada en adquirirlas, si no porque son tan valiosas que ni todo el oro del mundo junto, tendría tanto valor.  La amistad es una de esas pequeñas, maravillosas pero escasas cosas que una vez se tiene, puede a uno cambiarle la vida. Cuanto menos le cambian a uno ciertas perspectivas.

El refrán dice: ”quien tiene un amigo tiene un tesoro”, y haciendo caso de la sabiduría popular debo decir, que me puedo considerar muy afortunada por contar con ciertas personas a mi alrededor. Personas que me enriquecen cada día. Personas que me hacen críticas constructivas. Personas que me hacen reír, y personas que me emocionan.
Son pocas las que me aportan todo lo descrito hasta ahora, no son más que un par. Pero esas personas son tan grandes, que tienen para mí un valor incalculable.

Doy gracias por tener la suerte que tengo y espero saber valorar la oportunidad que tengo de aprender de ellas y de disfrutarlas.