viernes, 5 de abril de 2013

Reseña: The Collector - Victoria Scott

Título: The Collector
Autora: Victoria Scott
Editorial: Entangled Teen
Género: Young Adult - Paranormal
Fecha de Publicación: 2 de abril de 2013
Sinopsis: Él hace que las chicas buenas… se vuelvan malas.
Dante es completamente impresionante, y lo sabe. Su buena apariencia, encanto asesino, y confianza estelar hacen de él uno de los mejores recolectores de almas del infierno. Su trabajo es simple: interactuar con la humanidad y etiquetar esos redondos traseros con un gran sello rojo de bueno o malo. El viejo San Nick se queda con los buenos, y él obtiene los divertidos.
Sellar almas no es nada personal. Dante es un recolector como cualquier otro y no quiere que esto sea de otra manera. Pero tendrá que adaptarse, porque el Jefe le ha dado una nueva tarea:
Recolectar el alma de Charlie Cooper dentro de diez días.
Dante no sabe por qué el Jefe quiere a Charlie, ni le importa. Esta tarea sólo significa una cosa para él, y es un boleto permanente fuera del Infierno. Pero después de que Dante conoce a la peculiar chica nerd que tiene que recolectar, se da cuenta que esta tarea probará sus habilidades como recolector… y descubrirá las emociones profundamente escondidas.

Reseña:




Dante es un demonio con demasiada confianza en sí mismo. Es egocéntrico, egoísta y arrogante. Cree que es el mejor en su trabajo y disfruta alardeando de ello. Quiere ganarse el puesto como Director de Almas porque eso le permitirá estar 24/7 en la Tierra, y evitar el horrible Inframundo, donde no hay muchas cosas divertidas. Para lograrlo, Dante tiene que hacer algo muy sencillo: sellar el alma de Charlie. Y cuando Dante conoce a Charlie, cree que todo será pan comido. Pero las cosas están a punto de complicarse para el fabuloso Dante, porque conocer a Charlie lo cambiará poco a poco...


Soy un poco como Santa Claus. Los dos somos tipos divertidos con una pasión por las galletas glaseadas, el color rojo... y clasificar almas. 


Dante es egocéntrico y muy sarcástico... y sencillamente no pude evitar amar a este personaje (aunque odio los &%#"$ arrogantes). Adoro los libros con punto de vista masculino, y Dante logra ser un personaje muy interesante a pesar de todos sus defectos. Aunque al principio su actitud es de prepotencia y lo que opina de Charlie es muy duro y bastante malvado (igual lo amo ), poco a poco logra encontrar un lado más suave y bueno, un lado que ni siquiera tuvo como humano. La relación con su familia es otra de las cosas que me gustó mucho de este personaje, porque a pesar de las malas actitudes de su madre, y del constante descuido de su padre, Dante no siente rencor ni odia a sus padres, es totalmente lo contrario, los extraña y de alguna manera quiere seguir conectado a ellos (aunque sea algo un poco imposible).


Golpeo otra vez y me aclaro la garganta. La chica se gira. Mis ojos se agrandan cuando la veo. ¿El jefe está detrás de esta chica? Ella se ve como una muñeca de porcelana... golpeada tres veces con un horrible palo.

Otra de las cosas que disfruté es que aunque Dante es un Demonio y el libro trata sobre una pelea entre el bien y el mal, Dios y el Diablo, la autora no convierte el libro en una cátedra religiosa. Dios y el Diablo pasan a ser sensillamente Big Guy y Boss Man, dos personajes importantes para la historia pero que no están relacionados hasta ahora con una religión específica.




Por otra parte, la protagonista femenina me desilusionó un poco. Charlie no logra estar a la altura de Dante y creo que la autora no logra darle la profundidad necesaria que merece el personaje. Aunque es una chica nerd, que se supone es tímida y asocial, también es el personaje más importante por todo lo que implica sellar su alma (no diré el porqué es importante porque sería un gran spoiler), así que esperaba una protagonista con más fuerza. Aunque me gustó mucho toda la bondad que tiene el personaje, creo que no logré conectar completamente con ella y apreciar su importancia en el libro.


Observo a Charlie reír con Annabelle mientras Blue baja las escaleras. No puedo dejar de pensar que sus amigos deben ver lo que yo veo en ella, lo que mi jefe ve. Su inocencia, su pureza.
Este estilo de vida honrado parece hacerla feliz.
Y me pregunto si ser más como ella podría hacerme feliz.


En cuando a los personajes secundarios, todos aportan un poco a la historia y hacen que la lectura sea más interesante. Los amigos de Charlie (Annabelle y Blue), la abuela y las pocas apariciones de Valery y Max hacen que la historia sea más entretenida y ayudan a que el lector logre discernir el cambio paulatino de Dante.


El problema principal con la historia (dejando de lado mi mínima conexión con la protagonista) es que todo pasa demasiado rápido. Y no me malentiendan, no está mal que solo transcurran diez días desde el inicio de la historia, lo que está mal es que la autora pasa de contar una historia pausada y divertida, a apresurarse completamente en los últimos capítulos y a bombardear al lector con hechos sucesivos que empiezan a ser poco creíbles y que hicieron que pusiera los ojos en blanco un par de veces y me preguntara constantemente: ¿De verdad está pasando esto ahora? La segunda mitad del libro no fue tan interesante como esperaba cuando empecé a leer la historia, y fue mas bien débil y acelerada.




En general, es una historia entretenida, con un argumento interesante y bien desarrollado (un poco apresurado al final), y con un personaje principal que es encantador a su propia manera y que poco a poco logra dejar atrás su actitud egocéntrica para volverse más suave y humano. (si se puede llamar humano a un Demonio :P).



Puntuación:



Sobre la Autora:


Victoria Scott es una escritora de ficción juvenil representada por Sara Crowe. Es la autora de la trilogía The Collector (Entangled Teen) y de la trilogía Flood and Fire (Scholastic). Victoria vive en Dallas con su esposo, Ryan.


¿Les llama la atención? ¿Lo han leído?

Nos leemos ;)

jueves, 4 de abril de 2013

No se van, no nos hemos ido. Es todo mentira



El señor Garrido se ha lucido escribiendo lo que ha escrito en el País. Bajo el título Quiénes se van de España y qué hacemos para que vuelvan, habla con desparpajo y soltura sobre un tema del que o bien parece no tener ni la más remota idea, o bien este señor vive en otra España que la que yo dejé.
Me hace gracia la nueva categoría de gente, los “mejorados”, que, según el señor Garrido viene a siendo una persona mediocre, que ni fu ni fa, una persona que simplemente  ha mejorado, tampoco sabemos si mucho o poco, pero a pesar de la mejora, no os llevéis a engaño queridos lectores, los “mejorados” no son los mejores.
Los mejorados son esas personas que no son los mejores, pero que dejan España para aprender otro idioma, sin que este hecho les dé a los “mejorados” la valía suficiente como para pertenecer a los mejores.  El señor Garrido tiene mucha razón al decir que  “[…] una lengua franca es muy útil, pero algunos ingenieros españoles angloparlantes ya se han vuelto de Alemania porque sin dominar el alemán es complicado trabajar allí a un buen nivel.” Es de cajón de madera de pino que irse a Alemania sin alemán y tratar de trabajar de ingeniero, por ejemplo, no es lo más acertado.  No hace falta ser cagatedrático para llegar a esta conclusión.
Yo, que no soy de las mejores, y que tampoco sé si soy de las mejoradas, lo que tengo claro es que, España se lo pierde. Si esas personas que están arriba porque se supone tienen la capacidad de pensar y de llevar a un país a un mejor desarrollo, no han visto venir que la gente, con o sin título universitario, se va de España porque allí no hay estabilidad ninguna, deberían ponerse manos a la obra para poner todo en orden y favorecer que la gente con valía, sin que ésta vaya a ser medida por títulitos, se quede y/o vuelva a España a levantarla y a hacerla avanzar. No olvidemos que no son los políticos, ni los ca(ga)tedráticos, ni los famosos los que hacen avanzar a España, son las personas de a pie las que, con o sin papelitos de colores acreditando un título o ninguno, lo logran. Somos nosotros. Quizás sea mejor decir, éramos nosotros….

Reseña Exprés: How to Lead a Life of Crime – Kirsten Miller

Título:  How to Lead a Life of Crime
Autora: Kirsten Miller
Editorial: Razorbill
Género: Young Adult
Fecha de Publicación: 21 de febrero de 2013
Sinopsis: Una distribuidora de metanfetaminas. Un prostituto. Un asesino serial.
En cualquier otro lugar, serían parásitos. En la Academia Mandel, son llamados prodigios. La escuela más exclusiva en la ciudad de Nueva York ha estado entrenando jóvenes criminales durante cerca de un siglo. Solo a los estudiantes más despiadados les es permitido graduarse. El resto desaparece.
Flick, un adolescente carterista, se ha elevado a la cima de su clase. Pero entonces Mandel recluta a una fuerte competidora nueva que también es el antiguo amor de Flick. Les han dicho que solo uno de ellos saldrá de la Academia Mandel. ¿Encontrarán una manera de salvarse mutuamente… o la escuela los destruirá a ambos?

Este libro fue una total sorpresa y un cambio de aire necesario para mí. Me encantan los puntos de vista masculinos y puedo decir que disfruté muchísimo este. Flick es un personaje fuerte y vengativo, que cree estar preparado para lo que le espera en la Academia Mandel, pero que al final se da cuenta que también tiene su punto débil: el amor que siente por Joi y Jude.

La autora logra mostrar un escenario cruel y diferente, donde los jóvenes se pueden convertir en sociópatas y donde ser malo es lo que te lleva a la cima. Pero también logra mezclarlo con una idea de esperanza encarnada en Jude, el hermano muerto de Flick, que se le aparece para halarle las orejas cada vez que parece que Flick ronda el lado oscuro.


Los personajes secundarios son fascinantes y le dan vida a la historia. Chicos crueles que son educados para tomarse el mundo sin importar a quien se puedan llevar por delante. Las chicas en este libro son fuertes y eso me gustó muchísimo, Gwen y Joi son personajes interesantes y muestran dos caras diferentes en cuanto a chicas inteligentes y aguerridas.


El final no era lo que esperaba (muchos libros no logran cautivarme con el final) y en realidad creo que el libro fue un poco en picada para mí cuando aparece Joi (adoré su fuerza pero creo que le robó protagonismo a Flick y eso no me gustó mucho).


En general, es una historia diferente y refrescante, con personajes interesantes y con una trama que te entretiene de principio a fin.



4/5



¿Les llama la atención?

Nos leemos ;)

miércoles, 3 de abril de 2013

...¿jugamos?...

¿Nunca os habéis preguntado en qué piensa la persona que tenemos al lado? ¿Qué pasa por su cabeza para ni siquiera darse cuenta de que le estamos observando a hurtadillas? Esta vez jugaron conmigo al juego que tanto me gusta jugar...me fotografiaron buceando en mi interior...inmersa en mis pensamientos en el leve instante que me dejaste sola...serena y tranquila tocaba las orejas del pequeño elefante que un desconocido me acababa de regalar para que me diera suerte...¿Podrías imaginar en que pensaba? Quizá pensaba en la crisis, en los deshaucios, en Bárcenas, en la infanta Cristina, en las procesiones, en el viaje de mis padres, en mis amigos, en el sabor del vino, en Sienna y Etienne, en la última vez que estuve en ese lugar...en la primera vez...quizá tarareaba una canción...recordaba el argumento de un libro...recitaba un mantra...coloreaba un mandala...puede que transcribiera una antigua conversación o pensara en la que acababa de mantener...quizá pensaba en mi pasado...en el presente...o en mi futuro contigo...puede que pensara en casarme y la mejor manera de pedirte que lo hicieras conmigo...en el viaje pendiente a Zaragoza...quizá recordaba tu piel o el olor de tu cuello...me viniera la imagen de las sonrisas de Maria y Victoria...puede que planeara mi huida...que buscara refugio en mi silencio...puede que no pensara en nada...y quien nada no se ahoga...y quien no se ahoga flota...

Atrévete a imaginar en lo que pensaba...no te cortes...plásmalo en un comentario..

...infinitos besos de bolsillo...

martes, 2 de abril de 2013

Top Ten Tuesday (4): Personajes de los que me enamoraría si yo fuera un personaje de ficción


Top Ten Tuesday es una sección hecho por el Blog The Broke and the BookishSe trata de una sección donde dicho blog propone un tema todos los martes y se realiza un conteo de diez libros, autores o cosas que se relacionen con el tema. 


Hola :D

Hoy vuelvo a esta sección que me encanta y disfruto muchísimo preparando. El tema de esta semana:


Personajes de los que me enamoraría si yo fuera un personaje ficticio



1. Augustus Waters (Bajo la Misma Estrella - John Green). Probablemente sufriría mucho con este amor, pero no me importa. Me encanta Gus y creo que es uno de los personajes más maduros en YA.
2. Etienne St. Clair (Un Beso en París - Stephanie Perkins). Adoro a Etienne y cuando leí el libro me enamoré completamente de él.
3. Ian Mackenzie (La Locura de Lord Ian Mackenzie - Jennifer Ashley).Me encanta Ian y su libro es uno de mis favoritos. Si hubiese podido meterme en las páginas, se lo hubiera quitado a Beth en tres segundos :P

4. Vane Katalakis (El Juego de la Noche - Sherrilyn Kenyon). Por lo menos una vez al año releo mis partes favoritas de este libro. Amo a Vane y siempre suspiro por él.
5. Zarek de Moesia (Bailando con el Diablo - Sherrilyn Kenyon). No me van los héroes torturados, peeero Zarek y el número 6 son una gran excepción. Simplemente lo amo.
6. Zsadist (Amante Despierto - J.R. Ward). ¿Qué puedo decir? Es imposible no amar a Z *suspiros*. Si pudiera meterme en este libro, probablemente lo secuestraría :D


7. Brody (Reasons I Fell for the Funny Fat Friend - Becca Ann). A este chico lo conocí este año, y es inevitable no suspirar por él. Aunque parezca inmaduro y sus hormonas lo controlen, es un chico muy dulce y especial ♥.
8. Cedric Diggory (Harry Potter y el Cáliz de Fuego - J.K. Rowling). Mi primer amor (y mi primer trauma :C). Cedric es encantador y aunque no tuvo un gran final, siempre ha tenido un espacio en mi corazón :')
9. Bobby Tom (Heaven, Texas - Susan Elizabeth Phillips). Aunque es un poco machista, creo que tiene un encanto especial que me hace adorarlo.
10. Akiva (Hija de Humo y Hueso - Laini Taylor). Akiva es un serafín que logró llegarme al corazón. Y aunque las cosas no terminaron bien para él en el primer libro, sigo adorándolo con locura y daría cualquier cosa por ser Karou :P



Y esa es mi lista el día de hoy. ¿Cuáles son tus diez personajes?

Nos leemos ;)

Notas sobre la insolencia: una réplica al cinismo







Puede que nuestro objetivo no sea otro que “(…) hacer aparecer en la práctica una línea divisoria entre los que quieren más de lo que existe y los que ya no quieren más” (1). Ese “más” es de otra especie; es un suplemento que, cualitativamente, exige una sociedad que no se resigne a los escombros.

Hay que decidir entonces en esa línea divisoria: a cada instante, tenemos que optar entre asaltar el orden del mundo o defenderlo. Quien declara no optar ya ha optado por su defensa: toma partido por los que, en las condiciones del presente, gozan los privilegios de su existencia.

El antagonismo no es electivo. La escalada que vivimos es de tal magnitud que nadie puede sustraerse a sus efectos. En una situación histórica semejante, lanzarse hacia aquello que parece inatacable es una apuesta de vida. Que las posibilidades de cambio social no estén aseguradas no nos exime de movernos hacia un horizonte que exige “más”  no sólo de los otros, sino también de nosotros mismos.

El riesgo de quedar atrapado es irreductible: “Es sabido que esta sociedad firma una especie de paz con sus enemigos más declarados cuando les ofrece un sitio en su espectáculo” (2). La catástrofe diaria del capitalismo nos desafía a no retroceder ante ese riesgo.

Nunca murieron tantos seres humanos como en la actualidad, a pesar de que las condiciones técnicas para evitarlo sean inéditas. La masacre pasa desapercibida sólo a quien cierra los ojos. No hay que buscar demasiado para encontrar cadáveres detrás de las grandes fortunas.

Se puede mirar hacia otra parte. Hacer del goce una justificación para el autismo o convertir la resignación y el conformismo en religión oficial.  Declarar los sueños en bancarrota, en nombre de un realismo que alza como infranqueables los límites del mundo actual. Reírse de los utopistas –denunciarlos por totalitarios, burócratas de lo imposible. Sospechar incluso cualquier proyecto que no se contente con lo menos, esto es, ingeniería social local, política reformista, sacrificio graduado. 

Como saben los situacionistas, no se trata de plantear fórmulas revolucionarias generales. El lenguaje formulaico, al uso, es parte del espectáculo de nuestros amos. Señuelos para los desprevenidos. La práctica del cambio se gesta en una pluralidad de agentes sociales, sin centro unitario. Lo que desafía lo espectacular no es un nuevo guionado, sino la ruptura activa de la lógica de los papeles: la práctica de lo imprevisible.
Eso no niega la necesidad de una articulación política de nuestra voluntad, a través de un proyecto emancipatorio que no significa nada distinto a una anticipación abierta de la instancia decisiva de la praxis. O, si se prefiere, el borrador colectivo para no claudicar ante lo inaceptable.

Incluso si el fuego nos devora, ¿qué otra salida podríamos imaginar que no sea dar vueltas en la noche? Cuando a plena luz del día el horror no espanta, la oscuridad puede ser una forma de guarecerse para luchar. No hay reposo ni reconciliación. Si llaman “inmadurez” a la negativa a dejar de cuestionar lo heredado, nuestra decisión más razonable es aceptar la condena y resistirnos a la normalidad de lo siniestro.

No vamos a negar que nuestra incompetencia para respetar el buen sentido es máxima. Demasiados sujetos competentes sostienen la actual estructura del mundo. ¿Estamos por ello desmantelados, girando sin saber ya qué hacer? Nada de eso: el incendio de lo visto podría ser una buena respuesta. La invención de otra cotidianeidad, el itinerario abierto de una «política nocturna» que se abre paso hacia lo excluido.

La osadía política consiste ante todo en mantener abierta la pregunta por el deseo colectivo mientras nos desplazamos. Ante la obscenidad cínica convertida en moneda de cambio, la réplica es la insolencia kínica: el sabotaje a una economía del cálculo, el desafío a la racionalidad del dominio que exhibe con buenos modales su potencia homicida.

Contra el pensamiento inocuo –volver a pensar. Querer más es una declaración de guerra a la idiotez convertida en norma moral. Es comprensible que alguien pregunte: ¿no somos ya irrevocablemente imbéciles? Puesto que no estamos fuera de nada, la pregunta se hace tanto más irrenunciable. Incluso si no pudiéramos escapar de esta imbecilidad del todo, el deseo de una salida sería tanto más imprescindible.

Tampoco cabe esperar nada fuera. Crear grietas es nuestro camino político. Cercados por una membrana cada vez más asfixiante, horadar su superficie es cuestión de vida, de otra vida (y no de sólo de mera supervivencia). El encierro no previene de nada sino que aísla de la alteridad.

Tampoco vendrá nadie. Los desposeídos no verán restituida la justicia en una experiencia mesiánica. El fin del mundo se aplaza a cambio de continuas catástrofes. La promesa sólo nace de estos escombros. Es la que alzan los albañiles de lo imaginario. No hay desencanto: contra el discurso de la seducción, tampoco tenemos que aceptar la futilidad del mundo. Si morar es parte de la trampa, nosotros nos lanzamos al exilio. Horadamos el baldío en el que se amontonan los desechos.

En una época en la que el cinismo es hegemónico, la insolencia es una actitud infrecuente: cuestionar la autoridad y las jerarquías, al fin y al cabo, exige una osadía intelectual y ética más bien atípica, incluso en una multitud de intelectuales y académicos reducidos a expertos del orden y a una infinidad de artistas convertidos en coleccionistas de minucias. En efecto, “(…) la insolencia es esa libertad que podemos expresar cuando nos liberamos de los vínculos que nos atan, una trascendencia que sólo se puede vivir durante un cierto tiempo, el que necesita lo real para atraparnos” (3).   

No bastará, desde luego, con ser insolentes. Cuestionar lo que hay de místico en la autoridad y de criminal en lo institucional es asumir un compromiso que exige un trastocamiento de lo real antes de que lo real (la prepotencia de los poderosos) nos atrape. Sospechar lo que hoy se inviste de un aura respetable forma parte de una insólita práctica de libertad. Llegados a este punto, ¿hay algo más insolente hoy día que una demanda de justicia que no se contente con obtener un sitio en el espectáculo?
 

Arturo Borra



(1)   Debord, Guy (2000): In girum imus nocte et consumimur igni, Anagrama, Barcelona, p. 48.
(2)   Debord, Guy, op.cit., p. 53.
(3)   Meyer, Michel (1996): La insolencia, Ariel, Barcelona, p. 134.