jueves, 18 de noviembre de 2010

Von vorne anfangen (empezar desde el principio)

No soy la primera, la última, ni la única persona que ha tenido que empezar desde el "principio" algo. Como principio no entenderemos primera vez, si no más bien el nuevo inicio de algo que ya hemos vivido. Como por ejemplo empezar un nuevo trabajo, una nueva relación etc.

 Todos los inicios dan algo de miedo, la intranquilidad de no dominar la situación, de no saber que va a venir. A esa mezcla de miedo suele sumarse el cosquilleo en el estómago de la curiosidad, del interés por lo nuevo.


Hay veces que es mejor tratar de olvidar lo vivido, sobre todo cuando son malas experiencias. Es muy difícil soltar lastre, pero más difícil aún es saltar a por algo. Más que nada porque muchas veces no sabemos si estamos saltando o estamos simplemente tirándonos de cabeza.

Yo voy a creer que de momento solo estoy saltando, sin elevarme mucho en el aire, quasi preparando la caída, más que nada porque me aterra, pero al mismo tiempo me da vidilla y ganas de seguir provando, de seguir intentandolo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Un obelisco

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y nosotros que vamos de Homo Sapiens Sapines, algunos muy sapiens, y vamos a ser los únicos animales que tropecemos dos veces con la misma piedra. Hay gente que incluso tropieza más de dos veces.

Yo veo la piedra, está ahí, justo en le medio, es bien visible, y no oiga no es una chinita, es un predusco del tamaño de los obeliscos que transportaba Obelix, por lo menos.

A pesar de verla, de saber que está ahi, de saber que posiblemente me vuelva a tropezar, me dirijo a ella de manera quasi directa y sin apenas titubeos. Me parece que esta vez más que tropezar tengo la gran posibilidad de darme la hostia del siglo.

¿Qué narices estoy haciendo entonces? ¿ Y si me caigo de verdad?

Me parece que a pesar de haber pasado tiempo me siguen doliendo las cicatrices de las rodillas. Sí, aquellas que me salieron con la última caída. Sí, efectivameíte, aquella caida que parecía sólo un tropezón, va a resultar que fue peor que la caída por un barranco.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Ponerse al día con la gente

24 son las horas que tiene el día. Pues lo siento pero no me llega, no puede ser, tiene que haber alguna manera de conseguir alguna horilla más, aunque sólo sean dos horillas sueltas por ahí.

Todos tenemos nuestra rutina, diaria, semanal, mensual o como cada uno quiera llamarla. Es verdad que lo normal es tener muchas cosas que hacer. Hay gente que se organiza bien y va sacando adelante todo lo que tiene que hacer. También hay personas que son un desastre, la personificación de la desorganización. Normalmente las personas que pertenecen al segundo grupo no suelen poder llevar sus asuntos al día. Y como asuntos entendemos, trabajo, estudios, amistades etc.


Yo pertenezco al primer grupo de personas, no es que sea la organización personificada, pero sí que se podría decir que soy bastante organizada. Pues bueno, a pesar de ser medianamente organizada, de planear y organizar las cosas, no llego.

Cronos debería darme un respiro o que alquien me consiga un giratiempo.

Lo que me molesta de esta falta de tiempo son las cosas que se me quedan en el tintero. Tardo días en contestar los mensajes de mis amigos, no tengo tiempo para escribir email y el blog está un poco abandonadillo. Los que me conocen saben que soy una culoinquieto y que no paro, así que han asumidao hace tiempo mi falta de tiempo para ciertas cosas. Por suerte seimpre quedan las socorridas cenas/comidas en las que todos nos ponemos al día con todo lo de todos. Y es que cuando una tiene tanto que contar y está agusto con sus amigas, con un café  solo no da tiempo a contar todo!!

domingo, 31 de octubre de 2010

Con el móvil al lado

Que sí, ya sé que es bien conocido por todos que es constumbre en mi tener el móvil cerca. No es que esté desesperada porque alquien me llame, es más bien por cuestiones prácticas, como no tengo reloj en alguna parte tendré que mirar la hora!

He de reconocer que también he tenido rachas super pasotas respecto al móvil....vamos que lo usaba de despertados y no para llamar o mandar sms. Como era practicamente ilocalizable y andaba siempre de aquí para allá hubo un par de rocecillos con mis amigos...

Parece ser que ahora estoy en una fase de "con el movil pegadito al culete."  Tampoco sé si es una fase o sólo un breve momento, pero la verdad es que desde que me volví ayer de la fiestas tengo el móvil pegadito pegadito...¿ Por qué será ?

miércoles, 27 de octubre de 2010

Excusatio non petita, accusatio manifesta

Lo de la traducción lo dejamos directamente porque aunque no tengamos ni papa de latín....oigan, esta locución se entienden perfectamente!

Yo a esta locución, con permiso de las gentes medievales que la utilizaban, añadiría otra y las diferenciaría en dos grupos. La primera. Excusatio non petita, accusatio manifesta, deja ya claro que la persona que se excusa a parte de acusarse públicamente de haber cometido un error, se supone que pretende enmendarlo, porque si no, ¿ para que leñe te auto inculpas?

La segunda locución, y esta ya creo que transformada ligeramente por mi (si alguien lo ha hecho antes no lo sabía) sería así: Excusatio petita, accusatio non manifesta. Con esto me refiero a que hay muchas personas que a pesar de haber cometido un error, que muchas veces es vox populi, no se dignan a pedir una misera disculpa.

Yo pertenezco a ese escaso grupo de personas que cuando cometen una falta suelen pedir perdón. Además tengo la gran desventaja para mi misma, de que suelo sentirme fatal.

Me repatea encontrame con ese tipo de personas que no piden perdón y que encima tratan de hacer sentirse mal a los demás. Pero lo que más me repatea aún, es ver que hay gente tratamos de ser "correctos", y en vez de serlo quedamos a ojos de los demás como tontos del bote...

Pues eso, que una excusatio, de vez en cuando, no viene mal...

martes, 26 de octubre de 2010

La uni alemana IV "Instrucciones para desplegar una mesa en un aula"

Tal y como dice el título, hoy comentaremos cómo desplegar una mesa en un aula alemana sin morir en el intento. Antes de empezar con las explicaciones y para ponernos todos en situación, debemos aclarar qué tipo de mesa y en qué tipo de aula se encuentra.

Las universidades alemanas son enoooormes,  bueno a mi me lo parecen al menos. Claro, es lo que tiene venir de una universidad con un campus mini en la ciudad en la que yo estudiaba, que te ayuda a ver todo lo demás enooorme.

La verdad es que yo nunca había asistido a ninguna clase, charla o congreso que estuviera con tanto aforo. Sí, es lo que tiene la germanística que no despuerta tanto interés como las predicciones del  Pulpo Paul, (que por cierto hoy ha muerto) aunque ahí ahí le ande. Así pues, estando acostumbrada a no ser ni de lejos 10 en clase, 20 en algún congreso, todo computo final de personas superior a ese número hace que mis ojos se abran cual platos y mi boca adopte la inequivoca forma de O. Toda esta expresividad momentanea, acompañada de mi acentazo español hablando alemán ayuda a que los alemanes se forme una idea equivocada de mi persona, vamos que me toman por tonta.

Estabamos hoy las ERASMUS de Madrid y yo al fonde de una clase con aforo para 200, con el aforo completo por supuesto, hallandose ya el profesor subido en su palestra con sus hojas amarillentas de apunten amontonadas en la mesa, se dio cuenta mi amiga O. de que no era capaz de desplegar la mesa. La mesa es de estas que ven pequedas al respaldo del asiento de la persona de delante.

Ahí se nos podía ver a las dos, rojas por el esfuerzo, sudando la gota gorda, pero dispuestas a desplegar la mesa sí o sí...vamos por mis huevos! Cuando ya la situación era de por si ridícula, el alumno alemán (que no estaba de mal ver, dicho sea de paso) nos indicó con un gesto de mano que él lo hacía por nosotras. Así pues, no habiendo pasado una décima de segundo estaba ya la mesa desplegada.

La situación era tan sumamente ridícula, que nos dio un ataque de risa a las dos. Ahí seguiamos ambas rojas, y sudando la gota gorda, agizapadas tratando de escondernos y disimular nuestras desaforadas y súbitas risas.

Instrucciones para el correcto desplegado de la mesa : Tener un alemán majo al lado que lo haga por ti ;)

La uni alemana III " ¡¡¡¡ Fue fantástica, fantástica esta fiesta!!!!!"

 La noche empezaba pronto,la entrada era a partir de las 21.00, pero para las 22.00 se suponía que habría más ambientillo. Como no, hubo gente que estaba allí a las 21.00 clavadas....que ganitas tenían de que empezara todo!

Mi amiga A. y yo se suponía que habíamos quedado antes para ponernos al día sobre como nos había ido la semana, pero por avatares de la vida y complicaciones lingüísticas estuvimos un rato bastante grande hasta que por fin nos encontramos. Es lo que tiene no tener el alemán como lengua materna, que las cosas se complican de la nada!

Ya estando en el local, que poco a poco fue llenandose hasta límites insospechados, había mucho ambiente. Se notaba que todos queriamos desforgarnos después de haber tenido una semana dura. Aquello era un fieston-fieston, como suelo decir yo. Con su musicón a todo volumen, su niebla artifical, que tenía toda la pinta de ser tóxica, sus luces y neones de colores varios que favorecían un ataque epiléptico en cualquier momento, sus ERASMUS haciendo gala de serlo, y los alemanes tratando de soltarse la melena.

 Con tal cantidad de gente junta y por momentos revuelta, corriendo ríos de cerveza y a oscuras, la noche tuvo sus momentos raros. Desde un italiano que ya no era capaz de dominar ni su propia lengua (ambas dos, dicho sea de paso) que parecía querer decirme algo, que casi con toda seguridad era una guarreria, hasta un chino que un momento de profusión y despiste plantose a mi vera y susurrando con su voz achinada me dijo  " Du hast sehr sexy Nacken" en cristiano "tienes una nuca muy sexy"......a lo cual, comprenderan ustedes, me quedé ojiplática sin saber que decir.

Así que tal y como queda aquí plasmado hubo de todo, tal y como dice el título, la fiesta fue fantástica. Más que la fiesta, yo diría que la noche en sí.