lunes, 15 de julio de 2013

Reseña Exprés: Bully - Penelope Douglas

Título: Bully
Autora: Penelope Douglas
Editorial: Auto-publicado
Género: New Adult - Contemporáneo
Fecha de Publicación: 17 de junio de 2013
Sinopsis: Mi nombre es Tate. Sin embargo, él no me llama así. Nunca se referiría a mí tan informalmente, si es que se refiere a mí en absoluto.
Somos vecinos, y una vez, fuimos mejores amigos. Pero entonces, un verano, me dio la espalda y su misión ha sido fastidiar mi vida en cada oportunidad. He sido humillada, evitada, y víctima de chismes durante toda la secundaria. Sus bromas y rumores se hicieron más sádicos con el pasar del tiempo, y estaba cansada de esconderme de él. Me preocupaba por lo que estuviera a la vuelta de cada esquina y detrás de cada puerta.
Así que me fui.
Pasé un año estudiando en el exterior y disfruté de la libertad de vivir sin Jared. Ahora estoy de vuelta para terminar la escuela e irme de aquí para siempre. Espero que después de un año de espacio para respirar, él haya seguido adelante y se haya olvidado de mí.
Pero incluso si no ha cambiado, yo lo he hecho. Ya no estoy interesada en evitarlo o poner la otra mejilla. Vamos a estar cabeza a cabeza, ya que ninguno de los dos quiere dar marcha atrás.

Lo bueno: Nada. En serio. Se preguntarán entonces por qué no le di un 1/5, y yo diré, con un poco de vergüenza que, a pesar de la terrible experiencia que fue leer este libro y lo horrible de los personajes y el argumento, NO pude parar de leerla. Acabé el libro como en 7 horas y aunque no me gustó nada de nada, admito que es muuuy adictivo y que entiendo (y no juzgo) a las personas que lo leen y lo adoran. 

Este libro tiene todo lo que los amantes del género New Adult disfrutan: una chica insulsa y "buena", un chico malo y mujeriego pero con corazón y una excusa razonable para actuar de esa manera, una historia de amor enredada y situaciones muy de telenovela. Así que si eres amante del género, probablemente lo disfrutes más que yo y no te sientas mal por la adicción morbosa que provoca esta historia (justo lo que me pasó a mí o.O).


Lo malo: Si no hay nada bueno, entonces básicamente todo es malo. La historia es predecible, dramática a más no poder, ilógica y con unos protagonistas que no me gustaron ni un poco. Básicamente la autora hace que odies a cada uno de los personajes; y aunque su forma de escribir es sencilla  y me causó curiosidad, eso no la hace una buena escritora ni este un buen libro. Sencillamente esta es una historia demasiado cliché y típica.


Lo feo: Usar el bullying como excusa para iniciar una relación amorosa. Creo que eso fue lo que más odié de la historia. "Romantizar" el bullying me parece bajo. Muy bajo. Creo que este es un tema serio y debería tratarse de forma seria y no convertirlo en la excusa para que el protagonista exteriorizara sus "terribles" problemas. 


Y además está la facilidad con la cual la protagonista perdona todo esto. Eso también me causó mucha rabia, porque ella olvida fácilmente dos años de matoneo por parte de este chico solo porque él está bueno... Porque es así; no existe un desarrollo profundo (la autora lo intenta, pero para mí sigue siendo muy superficial) en los personajes como para que yo aprendiera a apreciar al bully y a su víctima. Al final terminé odiándolos a todos  por igual.

En general, es una historia típica y predecible que me resultó morbosamente adictiva; los protagonistas fallan en sus momentos de profundidad y solo logran que la historia se convierta en algo monótono y telenovelero, y la autora logra que un tema tan importante como el bullying termine convirtiéndose en una excusa para crear una historia de amor y satisfacer los deseos sexuales mutuos entre los protagonistas.


Puntuación:



Nos leemos ;)

domingo, 14 de julio de 2013

Ineptos

La gente inepta me molesta. Me molesta enormente. Me inquieta ver como pierde su tiempo, pero sobre todo me inquieta ver como desperdician el mio. Es mejor pararse a pensar unos minutos y, una vez teniendo claro qué es lo que vamos hacer y cómo vamos a hacerlo, entonces podemos empezar a acometer nuestra tarea.

Todos fuimos dotados con la capacidad de pensar, mas no todo el mundo la utiliza. Toda una lástima! Cuantos cerebros desaprovechados y sin actividad de provecho alguna vagarán por el mundo?. Ya dijo Einstein que la estupidez humana es infinita.

Yo desconozco por qué la gente tarda tanto que realizar su trabajo. No sé si es que cuando nadie les ve, pasan sus horas de trabajo haciendo uso ilicito del internet de la empresa. O si por el contrario son más de perder su tiempo observando la belleza inconfundible y atrayente de los blancos techos de nuestro edificio.  No lo sé exactamente, y tampoco me importa.

Creo que la libertad individual, siempre que esta no sea una molestia para otras personas. Cada uno que haga lo que quiera, pero que mi tiempo no lo pierdan. Si hay algo que hacer, dime exactamente qué es y facilítame los datos más recientes de los que dispongas.

Menos vaguear y más trabajar.

viernes, 12 de julio de 2013

Yo te enseño las tetas y tú....

y tú no tienes ningún derecho a tocármelas a no ser que yo te lo pida. Son mías, si yo tengo a bien compartirlas contigo, dísfrutalas. Si no te dejo claro si quiero que me las toques, ante la duda, la mano al bolsillito, al tuyo.

Dejando de lado si me parece más o menos decoroso, y más o menos divertido ver o mostrar mis preciosos pechos a una muchedumbre de gente, normalmente borracha, y hambrienta por pillar cacho, no me parece de recibo, que si yo, haciendo un acto de generosidad enorme, decido mostrar mis maravillosos senos, que nadie se atreva a acercar sus manos, o más bien zarpas en algunos casos, a parte alguna de mi de mi anatomía.

Cuando de vez en vez, tengo el gusto de poder deleitar a mis preciosos ojos verdes, al observar un bellezón masculino ( y no, por favor, que no se parezca a Ronaldo, que me pone mala, pero mala de iughhh), no me tomo la libertad y el descaro de posar mis delicadas manos en ninguna parte de su fantástica anatomía. Primero porque yo soy una mujer, ante todo respetuosa con el espacio vital de cada persona. Y segundo, porque yo ya tengo la gran suerte de poder posar mis delicadas manos en una anatomía masculina más que fantástica.

En resumen, se mira con lo ojos, y tocar, mejor no toques....

Cómo Destruyeron Glass Steagall: movimiento Larouche


jueves, 11 de julio de 2013

Ponte sus zapatos

Hoy quería publicar una entrada comentando que era feliz cual perdiz. Bueno, soy feliz, pero ahora estoy muy molesta con comentarios que he oído hoy. Y es que a mí me enfada enormente cuando la gente no intenta ponerse en los zapatos de otra persona y de tratar de entender por lo que la otra persona está pasando.

Cada uno tenemos unas circunstancias personales e intranferibles. Hemos vivido experiencias distintas que nos hacen ver las cosas de una manera o de otra. Yo, por lo que me ha tocado vivir, por suerte o por desgracia, soy una persona con un plan B y un plan C preparado. Ésto supone, a priori más esfuerzo y mayor gasto de energía en pensar cómo hacer si pasa X. Habrá gente que diga que, no hace falta pensar en si pasa X, quizás no pase. Yo, por lo haber vivido lo que he vivido hasta ahora, pienso que es mejor tener siempre una segunda opción preparada, más que nada por si se diera el caso en el que el plan principal se torciera mucho, y lo que es peor, de manera inesperada.

Cuando uno tiene problemas no es capaz de pensar con claridad. Y muchas veces, para solucionar los problemas hay que pensar muy mucho antes de actuar. Es cierto que hay veces, en las que no queda otra más que apartarse para que la porquería nos salpique lo menos posible.

Hoy, en el trabajo, me han hecho un par de comentarios, que sin ser maliciosos, o por lo menos yo no he pensado que me los hicieran con intención de herirme, sí que me han dado mucho que pensar y eso sumado a mi cansancio mortal, ha hecho un estado de indignación se apoderara de mí. Menos mal que tengo mucho autocontrol y que ni se me ha notado.

Ahora mismo trabajo 2 horas semanales menos al máximo permitido para los estudiantes. Creedme es sumamente difícil trabajar tando y acabar una carrera. Y todo esto en un país que no es el tuyo, que por mucho que uno trate de aclimatarse, siempre habrá cosas que se nos hagan difíciles. Si trabajo tanto no es por gusto ni por amor al arte, es porque me hace falta el dinero; más claro agua. 

Cuando llegué a Alemania hace 4 años, llegué con apenas nada y acabando de pagar el ultimo plazo de la deuda que tenía con la universidad. Es lo que tiene ser pobre y no poder pagar los plazos de la matrícula puntualmente, uno contrae una bonita deuda, que la universidad se encargará de recordarte cada poco tiempo, bajo amenaza de congelación del expediente académico.

Llegué y trabajé como una mula durante casi un año. Era Au pair en una familia, limpiaba la casa de otra y daba clases de español al vecino. Vamos, un no parar de disfrutar. Cuando hice mi año erasmus disfruté de tres becas que en total cubrieron una cuarta parte de la estancia. Y eso que fue una estancia humilde sin mucha fiesta loca.

El curso universitario siguiente al del Erasmus yo era estudiante regular (todo un logro haber conseguido la plaza) y justo cuando ya no me quedaba dinero conseguí las primeras horas de trabajo y de ahí hasta ahora ha sido un no para de trabajar y un no parar de conseguir horas. Entiendo que haya personas a las que esta cantidad de horas les parezca algo exagerado, pero desgraciadamente no gano tanto como para poder trabajar menos y encima ahorrar. Si me quedo sin trabajo no tengo derecho a paro ni a ninguna ayuda. Aquí, de momento, sólo tengo derecho a pagar.

Me molesta enormente que se me hagan comentarios, por poco mal intencionados que sean, sobre si cuando acabe el master cobraré más; pues hombre eso espero. Me molesta que se me diga que dos horas más a la semana de trabajo no son tanta diferencia a final de mes. Pues perdona, son 88 euros más al mes. Si a ti te sobran dámelos, así yo trabajo menos y me llega para vivir dignamente y pudiendo echar una mano a mi familia, que desgraciadamente la necesita. No me llega para viajar, ni para comprarme chorradas, me  cuesta mucho ahorrar un par de euros por si me quedo sin trabajo.

Sí es duro, pero es lo que me toca vivir. No me vengas con tus comentarios lastimeros y después me dejes entrever que  te da la sensación de que me importa mucho el dinero. Sí, me importa y mucho. No quiero tener que volver a trabajar 12 horas al día. No quiero tener que trabajar teniendos meningitis. No quiero tener que pasar los apuros económicos que ya he pesado.

Y lo que más gracia me hace, es que estos comentarios me los hacen alemanes. Ellos, que son capaces de comprar comida de dudosa calidad para ahorrase un par de céntimos. Ellos que lavan la ropa poco, para que no se desgaste. Ellos que.... Lo dejo, no necesito citar más ejemplos.


lunes, 8 de julio de 2013

...solitud...

 
 
...como cada noche, al sentir las doce campanadas de la iglesia de Santa María, abrió la puerta de su confortable hogar y salió a pasear...le gustaba compartir con los gatos el silencio de la fábrica en la noche...escuchar el eco de sus pasos...admirar las grandes ventanas...imaginar el trabajo que se desarrollaba en el interior de esos muros...disfrutar de la solitud...ser consciente de cada uno de sus sentidos...ponerlos a prueba...vaciaba su mente en cada paso...sin rumbo...se dejaba llevar...era su momento...el momento de deshojarse...hasta quedarse desnuda...puede que alguna noche...pasadas las doce...te la encuentres en el silencio de la fábrica...entre esos grandes ventanales que la observan...puede que, por un momento, abandone su solitud y permita que la acompañes...
 
 
...infinitos besos para vuestros bolsillos...

jueves, 4 de julio de 2013

Y tú ¿estudias o trabajas?

O quizás ambas...

Estudiar es duro, bueno, es duro para los que estudian, para los que se pasan el cuatrimestre tocandose las narices, no es tan duro. En las universidades y escuelas superiores hay de todo.

Trabajar y estudiar es muy duro, y más si se trabaja más que un par de horas de vez en cuando. Trabajar a media jornada y acabar una carrera se hace, a veces, cuesta arriba. A mí me cuesta cambiar el chip al llegar a casa y ponerme a escribir o corregir el trabajo final de carrera, que es lo que ahora mismo me falta.

Hay gente que me dice que no entienden cómo puedo trabajar tantas horas a la semana y al mismo tiempo estudiar. Desde que empecé a trabajar horas sueltas los fines de semana en una tienda de chucherías cuando tenía 16 annos, no he parado de trabajar. He trabajado más o menos horas a la semana. Ganando poco o directamente una miseria. Con más o menos gusto por el trabajo a desempenas, pero siempre con una sonrisa en la cara y dando las gracias por poder trabajar.

No trabajo por gusto, aunque es verdad que el trabajo que hago ahora me gusta mucho. Trabajo por necesidad, porque desde hace tiempo mis padres no pueden ayudarme económicamente cómo a ellos les gustaría hacer. La vida es cara, todo cuesta dinero, y aunque no viva con muchos lujos jay gastos que son difíciles de asumir, y que para hacerles frente hay que apretar los dientes y tirar con lo que sea.

Si de algo estoy agradecida a mis padres, es de habernos ensennado a mi hermana y a mí a valorar el esfuerzo y a trabajar. Venga lo que venga, se puede salir de ello trabajando duro y con esfuerzo. Hay cosas que no se pueden comprar con dinero, y esta lección aprendida de manos de mis padres es una de ellas